Villavicencio, 27 de marzo de 2020. La fábrica de ropa Sandia Brand se ha sumado a las muchas personas y empresas que, durante la crisis por el Covid19, aportan de manera desinteresada para ayudar a los más necesitados. Es un negocio familiar, en el que diseñan ropa para hombres, adultos y niños. Desde el inicio del aislamiento obligatorio en todo el país, su línea de producción ha sufrido algunos cambios, con la intención de diseñar y elaborar tapabocas.
La empresa le pertenece a Diana Corzo, una diseñadora de modas llanera, que ubicó su taller hace más de año y medio en el sector de la Cuncia, en Villavicencio. Desde que iniciaron haciendo tapabocas, Erika Rojas, una digitadora de la Cámara de Comercio y hermana del esposo de Diana, se convirtió en voluntaria, trabajando largas jornadas para cumplir los pedidos, que por estos días abundan.
Todos los tapabocas que han elaborado, unos 500, han sido donados a personas de la tercera edad de los barrios Las Mercedes, Guayuriba, La Unión y Las Brisas, todos del sector de la Cuncia. Los elementos de protección son elaborados con tela quirúrgica de tipo industrial y antifluido, son lavables y tienen diseños coloridos.
Cuando el aislamiento por el Covid 19 terminé, la empresa abrirá su primer punto de venta en el barrio El Buque de Villavicencio, vendiendo sus productos más reconocidos, las camisas para hombres y niños, aunque, con el éxito de sus tapabocas, es probable que mantengan una línea de estos elementos.