Cada mañana quienes viajaban a Villavicencio escuchaban, al llegar al paradero, su potente voz en la calle: “Villavo, Villaoooo…”. Fue pregonero muchos años de la ruta de los taxis blancos de Acacías a la capital del Meta.
Estaba delicado de salud en los últimos meses. La diabetes afectó su cuerpo al tanto que ya le habían diagnosticado que tenían que quitarle una de sus piernas para controlar la mortal enfermedad. En la última semana había sido trasladado al hospital regional de Granada donde murió en las últimas horas.
Luis Alonso Basto León, de 76 años de edad, deja seis hijos. Era uno de los cuatro hermanos vivos en el hogar de nueve de su papá Luis Basto. Los hermanos que le sobreviven son: Jairo, Gloria y Alberto.
Su velación se cumple en funeraria Santa Cruz.
Exequias: sábado 27 abril, 2:00 p.m. / iglesia Divino Niño, Acacías